25.1.11


¿Cuál es la salida?
¿De que caminos repetidos e inútiles queremos escindirnos?
Esta sensación vacía en qué transito y me transitan, esta superficie brillante que ciega y enraíza sin pudores.
¿Cuál es la salida del silencio opresivo, de las mañanas sin soles, sin nubes, sin aves rasgando el aire y la quietud?
Sobrevivir a nuestra propia desidia, a nuestra siempre certera noche negra.
Deberíamos valorar los pequeños espacios de luz y de calor que logramos generar en solitario, como un triunfo sobre nosotros mismos, sobre nosotros destinados a ser algo más que nosotros mismos, un reflejo, la reinterpretación de aquellos que dejan su huella al rozarnos la vida y la piel.

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